Papini Officina S.a.s. nace en Perugia, ciudad de arte rica en historia y monumentos, y capital de la región de Umbría: «corazón verde de Italia» y «tierra de Santos» (San Francisco y Santa Clara de Asís, San Benito de Nursia, Santa Rita de Casia).

La historia de la actividad de Papini Officina inicia a comienzos de siglo XX, en el taller de Ruggero Papini, un hábil artesano mecánico, experto en la construcción de maquinaria de estampado para ser utilizada en diferentes sectores de producción. Ruggero trabaja en su propio taller con sus hijos, y les transmite, en particular a Elio, la pasión por el arte de la mecánica.

Es precisamente Elio quien, después de la muerte de su padre, prosigue el negocio familiar y, gracias a su iniciativa, se especializa en el mantenimiento de máquinas para el sector textil, adquiriendo una vasta clientela entre las Comunidades Religiosas, donde las máquinas de coser eran utilizadas a menudo.

A finales de los años 50, durante uno de sus viajes de trabajo, Elio conoce a la Madre Superiora del Monasterio Dominico «Beata Colomba» de Perugia, ella le muestra las diferentes fases de trabajo en la elaboración de las Sagradas Formas.
Elio asiste por primera vez al trabajo de corte de las Hostias, realizado por las Hermanas con la ayuda de instrumentos obsoletos. Al observar los tediosos y prolongados procedimientos de trabajo, Elio se pregunta cómo aprovechar su propia experiencia a nivel técnico y su creatividad, para hacer que el trabajo de las Hermanas sea más sencillo. De esta manera, propone su idea a la Madre Superiora: la creación de una máquina para cortar las Sagradas Formas con movimiento electromecánico.
La Madre, incrédula y emocionada al mismo tiempo deposita su confianza en Elio y le encarga realizar el proyecto.

Es en 1958 cuando Elio da forma a su intuición, y fabrica la primera máquina de movimiento electromecánico para el corte de Hostias Magnas y Partículas: nace Papini Officina.
La innovadora maquinaria de corte de Hostias pronto cobra éxito entre las diferentes Comunidades Religiosas de Italia, tanto que Elio amplia la gama de producción de Officina y fabrica también los primeros modelos de moldes para cocción de láminas de Hostias.

A partir de la década de los años 70, la demanda de fabricación se hace cada vez más importante, no solo en Italia sino también desde el extranjero. Elio decide entonces dedicarse a la fabricación de maquinaria para la elaboración de Sagradas Formas con su propia patente, dando vida a una actividad de carácter industrial, con la ayuda de sus hijos Maurizio, Giuliano y Ruggero.

Después de la muerte de Elio, en 1990, la tercera generación de los Papini, encabezada por Giuliano, con la ayuda de su esposa Antonietta y sus hermanos, llevan a cabo con pasión el trabajo iniciado a principios de siglo y dan un nuevo impulso a la empresa: estos son los años de las nuevas soluciones tecnológicas, de la implementación de renovadas medidas de seguridad, de la realización del doble molde automático para la cocción de Hostias. A lo largo de este período, los empleados de Papini se han convertido en valiosos colaboradores que, a día de hoy, trabajan para fabricar maquinaria cuya tecnología mejorada es el resultado de cuidadas investigaciones dirigidas a satisfacer las necesidades de producción de los compradores.

Giuliano, tal como hizo su padre con él, transmite a sus hijos Francesco y Laura la pasión por el negocio familiar. Esta nueva generación hace su contribución a la buena marcha de la empresa: el uso de Internet y los medios telemáticos, así como el conocimiento de idiomas extranjeros, son las herramientas a través de las cuales Papini Officina expande su mercado, llegando a estar presente en más de 40 países de todo el mundo.

Gracias a esta estrecha colaboración familiar, tras años de experiencia, Papini Officina ha combinado la artesanía y la tecnología mecánica, creando una gama completa de modelos semiautomáticos y automáticos, fáciles de utilizar y todos ellos certificados según la normativa de la CEE.

La dedicación y el compromiso a lo largo de los años por parte de los representantes de la familia Papini supone, hoy más que nunca, el sello de garantía que atestigua la calidad de los productos ofrecidos.
La posibilidad de personalización, la competitividad en los precios y la amabilidad del personal han sido siempre los puntos fuertes que distinguen el trabajo de Papini Officina, en Italia y en el mundo, desde hace 60 años.